Crítica: SWEAT

Interesante propuesta polaca que nos habla de las redes sociales y de una influencer en concreto, con más de 600.000 seguidores. Su día a día es quizás más estresante de lo que parece en Instagram y, de lejos, no tan feliz.  Se le llama postureo. Esta semana hemos visto: SWEAT.

Sweat está dirigida por Magnus Von Horn, quien deja que sea la bella Magdalena Kolesnik quien cargue con el peso protagónico de Sylwia, una motivadora de fitness, como tantas hay por Instagram o redes sociales, con más de medio millón de seguidores. Su día a día es un ir y venir constante que entremezcla trabajo con redes sociales hasta el punto en que el espectador ya es incapaz de descubrir qué parte de su vida es realmente suya o, como mínimo, cuánto de intimidad disfruta. Como toda influencer, ha de dedicar muchísimo de su tiempo a grabar videos en directo para seguir atrapando a sus seguidores. Y eso ha de ser subiendo escaleras, abriendo los regalos de sus patrocinadores para que lo publicite, acudiendo a shows, televisión y un largo etcétera.

Su mundo interior, sin embargo , no es tan espectacular como nos muestra. No tiene pareja y sin embargo le gustaría, pero le es imposible poder tener intimidad. Una intimidad que se romperá del todo a causa de un fan concreto que la acecha y la espía desde su coche. Su vida familiar tampoco es rica, pues la relación con su familia, en concreto con su madre, está muy tocada, hasta el punto de que un cumpleaños se transforma en una catarsis para Sylwia. En cualquier caso, la película polaca ofrece una visión interesante sobre el éxito en las redes sociales y lo importante que es cuidar la intimidad.

En definitiva, SWEAT es una película didáctica, quizás para alumnos de Bachillerato en adelante, que habla de las maldades y, sobre todo, la maquinaria que se mueve tras todas estas influencers esclavizadas en la venta constante de no solo productos publicitarios, sino de su propia vida. Como le pregunta en una entrevista, ¿es necesario exponerse hasta tal punto? Muy interesante y recomendable.