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sábado, 24 de abril de 2021

Crítica: UNA JOVEN PROMETEDORA

Una de las mejores películas del año que no es solo una película de venganza más. Nominada a 5 Oscars mezcla comedia y drama y también un par de enseñanzas sobre una práctica social habitual de la que deberíamos avergonzarnos como sociedad. Imprescindible y didáctica. Esta semana hemos visto: UNA JOVEN PROMETEDORA.
El debut de Emerald Fennell tras las cámaras ha sido un fulgurante y decididamente enérgico grito feminista que arrasa con una apabullante interpretacion por parte de Carey Mulligan. El hecho de que su mejor amiga haya sufrido abusos sexuales y que la sociedad mirara hacia otro lado la ha convertido en una depredadora de hombres a los que semana tras semana se decide a dar una lección del trato a la mujer y no sobrepasar ciertos límites. No es no. Y por el camino el espectador asiste a un primer tercio en el que se nos presenta a una Cassie (Carey Mulligan) que tiene una doble vida por la noche. Un inicio fulgurante que parece caer en la complacencia hacia la mitad, pero nada más lejos de la realidad, es la antesala de un final enervante y esclarecedor que nos hiela la sangre y nos indigna a partes iguales.
UNA JOVEN PROMETEDORA está nominada a 5 Oscars, nada menos Lo hace en las categorías de mejor montaje, guion original, actriz principal (Carey Mulligan), directora (Emerald Fennell) y película. Es decir, en los más importantes. Y desde luego tiene oportunidad llevarse alguno, algo que merece sin duda. En cualquier caso, si no es así, nos regalan una película que nos deja pegados a la butaca de principio a fin, con una interpretación salvaje y vibrante por parte de una Carey Mulligan que carga con la película de principio a fin. Una mirada distinta al de una película de venganza. No es solo eso, es mucho más. Una visión de la sociedad actual y de lo que se es capaz de hacer por miedo, por mirar a otro lado y por tener un bajo nivel de ética y moral.
En definitiva, UNA JOVEN PROMETEDORA es una de las mejores películas del año. De esas que remueven conciencias, indigna y conmueven por igual. No puedes ser la misma persona que eras cuando la has visto. Es perfecta para educadores, para reflexionar sobre quiénes somos y qué queremos ser en la sociedad. Es más que feminismo y provocación. Tendréis que verla para saber qué os despierta. No hace falta decir que es una de las imprescindibles del año.

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