Crítica: EL REY DE ZAMUNDA

No sé cómo decir esto sin herir a nadie, pero ahí va: es una basura astrónomica. Dicho de otro modo, una segunda parte aborrecible y deleznable hasta más no poder. Tanto es así que incluso me había olvidado que tenía que hacer su crítica. Directa al top 10 de peores películas de este año, y eso que todavía quedan meses para eso. Esta semana hemos visto: EL REY DE ZAMUNDA.

Coming 2 America está dirigida por Craig Brewer y, la verdad, más le hubiera valido no haberse dejado convencer. Se puede sufrir en Amazon Prime, y no cabe duda de que la verán millones de personas, pero deja en evidencia la falta de ideas, ya que no hace más que repetir lo que ya se hizo en un pasado. Y lo peor es que no funciona en absoluto. Los chistes no entran ni con calzador, no hay sintonía entre los protagonistas, ni siquiera entre Eddie Murphy y Arsenio Hall, que apenas tienen momentos entre ambos. El Príncipe de Zamunda ha crecido y ahora es rey, pero por el camino ha habido un destrozo que es mejor olvidar.

Partiendo de la premisa de que en Zamunda la mujer no puede reinar, el rey tiene tres hijas, pero le sale un bastardo. Qué mejor excusar que ir a buscarlo a América, pasar por la barbería y darle la vuelta a Queens para hacerle recordar al espectador que se hizo una película anterior a esta. Chocolate sexy ahora está derretido, como el humor plano y sin apenas mala leche, políticamente correcto, que le han aplicado a la película. Número musicales olvidables y una sola persona que puede pasárselo bien, que no es otro que Wesley Snipes. Sí, lo habéis leído bien. Nadie sabe qué hace ahí, pero se lleva la pasta y sale corriendo, para lo que has quedado, Wesley...

En definitiva, EL REY DE ZAMUNDA es una aberración soporífera que apenas divierte y huele a rancio. Lo único que nos enseña es que Eddie Murhpy y Arsenio Hall parecen no envejecer jamás. Por lo demás, personajes que no aportan nada a la trama y millones de infancias rotas por hacer una segunda parte sin alma ni gracia. Es mejor que os pongáis El príncipe de Zamunda, que sin ser la bomba supo ser graciosa y divertida. Ni se os pase por la cabeza verla.