Crítica: #VIVO

La tragedia se cierne sobre Korea cuando un brote extraño se apodera de sus calles y produce una zombificación. Atrapado en casa, un joven deberá sobrevivir en un apartamento mientras espera recibir ayuda. Los coreanos, de nuevo, a la cabeza en las películas sobre zombis. Esta semana hemos visto: #VIVO.

#Saraitba o #Alive, está dirigida por Il-Cho y es una película de género que nos da lo que necesitamos, demostrando, tras Train to Busan, que el país del surcoreano se toma muy en serio esto de los zombis. Imaginad que en pleno apocalipsis debéis sobrevivir en casa mientras esos seres, que tienen el oído más desarrollado que un can, dan vueltas esperando a su próxima presa. Frente a él (Yoo Ah-in) se encontrará con una vecina (Park Shin-hye) junto a la que tendrá que sobrevivir ingeniándoselas de mil maneras.

#VIVO mantiene la tensión en todo momento, las interpretaciones son interesantes y los efectos especiales también. Los zombis están muy logrados y la sensación de inseguridad y pánico están muy logradas. Es una película de confinamiento que hará disfrutar a los fanáticos del género, algo que pensábamos estaba de capa caída; han venido los coreanos a decirnos que estábamos equivocados. El encierro de este joven puede extrapolarse al de nuestra pandemia, con la inseguridad de saber si recibiremos cura o no algún día. A veces todo es oscuro y otras el simple hecho de poder dialogar con otra persona nos hace renacer.

En definitiva, #VIVO es una buena película de zombis. Es perfecta para el confinamiento y para estos tiempos en los que no sabemos si hay más oscuridad que luz. Siempre podemos encontrar una salida si tenemos ganas de vivir. Acción, tensión, buenos efectos especiales y ritmo constante durante todo el metraje. Fans del género, esta es de las buenas, no os la perdáis.