Obviamente, el estilo en el que está escrito es muy "Mundodisco", con una historia apocalípticamente hilarante, con ángeles, demonios, cazabrujas, brujas, un cerbero un pelín curioso y la encarnación del Anticristo en un niño un tanto peculiar.
Tenemos un Día del Juicio Final un tanto diferente a lo ya leído, siempre en tono de humor, y con unos Jinetes del Apocalipsis sobre dos ruedas en plan Ángeles del Infierno: Guerra, Polución, Hambre y, por supuesto, nuestra amada Muerte. Ésta última es similar a la Muerte que aparece en Mundodisco, y sus diálogos, aunque escasos, son de los que dejan huella.
En Buenos presagios, el bien y el mal se unen. Es decir, un ángel, Azirafel, y un demonio, Crowley, deciden que vivir en lo terrenal no está tan mal y que, quizás, la llegada del Apocalipsis es un poco precipitada.
En base, Buenos presagios utiliza a ambos como protagonistas principales para narrar la historia. Por una parte, Azirafel se dedica a hacer el bien mientras acumula libros antiguos en una especie de librería que no vende libros. Mientras que Crowley se dedica a pasearse con su Bentley a toda leche, intentando hacer algo de mal mientras se pone tibio a comer y a disfrutar de los placeres más terrenales.
Pero, sin duda, Adán Young, la encarnación del Anticristo, es el personaje sobre el que gira la trama. Un niño integrado en una banda con otros tres amigos, que se montan sus historias y nos ofrecen unos diálogos memorables y desternillantes. Sin duda, lo mejor de la novela.
Y eso que, si de algo sabe Terry Pratchett (de Neil Gaiman no puedo hablar porque no he leído nada suyo, de momento), es de crear personajes carismáticos a los que no nos cuesta nada imaginar. Crear un personaje cuya esencia lo haga interesante, pese a que aparezcan mucho o poco en la novela, es una gran virtud del creador de Mundodisco. He de admitir, también, que las partes en las que aparece el viejo cazabrujas, Shadwell, son de lo más divertidas.
En definitiva, Buenos presagios es una novela rápida, irónica y, como todo lo que toca Terry Pratchett, hace que cada página te haga esbozar una sonrisa, ya sea por lo absurdo de la situación o por los diálogos de sus personajes.

.jpg)



Genial, personalmente me encantó además de deberle mucho, entre otras cosas, conocer a Neil Gaiman, e infinidad de momentos desternillantes. Echaremos de menos al maestro.
ResponderEliminarPD: en el primer párrafo de tu opinión, tienes puesto a Rothfuss >.<
¡Saludos!
Muchísimo de menos vamos a echarle, pero ha dejado un gran legado.
ResponderEliminar¡Arreglado! Vaya lío de nombres me hice xD ¡Gracias!