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miércoles, 26 de noviembre de 2025

Crítica: LA LARGA MARCHA

No hace mucho, hice la reseña de la novela de Stephen King, dejándome interesado en el concepto de historia que creó el maestro. El filme impacta, pero es evidente que se queda algo corto, sobre todo si has leído la obra. Un buen intento, no obstante. Esta semana hemos visto: LA LARGA MARCHA.

The long walk es la adaptación a la gran pantalla que hace Francis Lawrence a partir de la novela de Stephen King. En un futuro distópico, donde Estados Unidos parece sumido en el caos y la pobreza, se lleva haciendo durante muchos años una competición en la que solo los jóvenes más valientes se presentan. Es la larga marcha, donde 100 muchachos han de caminar hasta que 99 hayan caído y solo exista un ganador. No hay meta y, por decirlo de alguna manera, deberán caminar sobre los cadáveres de sus competidores. Pero pronto se darán cuenta de que dejan mucho más atrás que solo eso. Un joven que vive con su madre (Cooper Hoffman) ha decidido participar. El premio es toda la riqueza del mundo y un único deseo que han de pedir en cuanto acabe la carrera. El mismo día de la competición conocerá al resto, entre ellos un joven con el que hará buenas migas (David Jonsson) y a Barkovitz (Charlie Plummer), un odioso joven que se hará de notar. Pero aquí el general es el que se lleva la palma y los focos, que es el militar que lleva toda la competición. El boss es nada más y nada menos que Mark Hamill.
Si en la novela La larga marcha de Stephen King el camino estaba plagado de conversaciones existenciales, profundas, y sucesos que dejaban mella en el lector, en el filme la cosa empieza bien. Hay que decir que deben caminar a no menos de 5km/h o recibirán un aviso. Si reciben tres avisos en un tramo de tiempo predeterminado, recibirán el ticket. Y eso se traduce en un balazo en la cabeza, claro. La primera muerte les impacta, al igual que al espectador, pero he sentido una sensación de vacío, no solo en las calles en las que sucede todo (contrasta con la novela), sino también entre los propios participantes. No he visto 100 en ningún momento, más bien parecían una veintena. Y eso provoca sensación de ligereza, de poca importancia. Los intérpretes están bien, pero sabemos que hay mucho más dentro de ellos, sobre todo de los dos protagonistas. Es complicado llevar a la gran pantalla una novela, pero dentro de las de Stephen King, la psicología y el lore de los personajes se hace más importante todavía. Digamos que es la mejor adaptación que puede hacerse de una novela que, a pesar de que se lee con cierta ligereza, es más profunda de lo que parece. El final, como suele pasar, ha sido creado para la gran pantalla. En cualquier caso, no está mal.
En definitiva, LA LARGA MARCHA es una noble adaptación de una de las novelas más originales de Stephen King. La mala leche está ahí, la competición los lleva a límite infrahumanos, y en ocasiones da la sensación de asfixia y sufrimiento, que es de lo que trata. Sin embargo, siempre es más recomendable leer la novela, porque hay mucho más bajo la superfície. Echadle un vistazo.

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