Crítica: EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: EL RETORNO DEL REY

Tras La Comunidad del Anillo y Las Dos Torres, llega el clímax final en otra épica entrega que la dejó en lo alto del pódium de los Oscars con 11 estatuillas, entre ellas a mejor película. Creo que no hace falta decir nada más. Esta semana hemos visto: EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: EL RETORNO DEL REY.

The Lord of the Rings: The Return of the King abrió el camino a Peter Jackson para poder escoger qué hacer con total libertad, con una tercera entrega que, recordemos, era muy difícil adaptar debido a la gran cantidad de literatura con la que Tolkien nos deleitaba. Sin embargo, volvió a hacerlo y esta vez la Academia de Hollywood supo premiar su valentía y buen hacer. En cuanto a la historia, partimos con Frodo y Sam junto a Gollum, una relación de amor-odio tensa entre los hobbits de la que se aprovechará Gollum llevándolos a tierras de la reina araña mientras Minas Tirith se prepara para el asalto de las fuerzas de Mordor. Aragorn deberá partir junto a Legolas y Gimli en busca de ayuda, y a buen seguro la conseguirá. No es necesario decir la epicidad de la historia, la cantidad de acción y efectos especiales que se producen y, sobre todo, el broche de oro en forma de conclusión a una saga tan impresionante.

En esta tercera película suceden mil cosas, haciendo que las más de tres horas vuelen literalmente. Si bien es cierto que es imposible aglutinar todo lo que se cuenta en la última novela de J.R.R.Tolkien, sí que Peter Jackson ha sido capaz de crear un montaje más que satisfactorio y épico para la aventura de Frodo. Aunque es evidente que sin Sam a su lado el anillo habría vuelto a las manos de Sauron. En cuanto a los efectos especiales, no han envejecido nada mal y todavía gozan de buena salud, algo que no muchas pueden decir. Su conclusión es épica, digna de unas buenas lágrimas y emotividad hasta el final.

En definitiva, EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: EL RETORNO DEL REY es ya imprescindible, más si se han visto las dos anteriores. La conclusión de la saga literaria más imponente e influyente de todos los tiempos nunca cayó en mejores manos. Duele despedirse de sus personajes, pero bien está lo que bien acaba. 11 premios Oscars avalan un filme que entra también en la historia del cine. No os la podéis perder.