Páginas

viernes, 8 de enero de 2021

Crítica: DESEANDO AMAR

Veinte años han pasado ya de una de las películas más románticas que existen, además de ser de las mejor valoradas por los críticos en cualquier ranking cinéfilo. Ahora lo entiendo todo, por supuesto. Un film donde el amor está implícito y las imágenes son tan poderosas que nos desarman. Cine en mayúsculas. Esta semana hemos visto: DESEANDO AMAR.

In the mood for love, o Fa yeung nin wa, dirigida por Wong Kar-Wai, es un clásico del cine, una de las maravillas que ahora nos regalan en pantalla grande con una remasterización en cines. Una película que habla precisamente de eso, del deseo de amar con todas las fuerzas y, sin embargo, parece que nunca es capaz de llegar a buen puerto. Los personajes de Tony Leung y Maggie Cheung tienen a sus respectivos cónyuges volando por todo el mundo debido al trabajo. Poco tardarán en darse cuenta de una terrible realidad que los unirá y hará que entre ambos traten de emular el comportamiento de sus respectivas parejas para combatir la soledad y el desamor. Eso los llevará a tener una relación tan especial que nos llevará por las calles de Hong Kong de 1962, tristes, decadentes, sucias y lluviosas, con unas imágenes tan potentes y evocadoras que nos sumergen de lleno en un mundo de insinuaciones y de "qué será".
La música juega un gran papel, fundamental, en DESEANDO AMAR. Tanto es así que el "quizás, quizás, quizás" se convierte en el estandarte de un filme que nos demuestra las ganas de amar de ambos y, sin embargo, la dificultad para que eso dé a lugar. La muestra de que la vida no es de color de rosa y que múltiples factores obligan. Es una película en la que ambos protagonistas se reprimen hasta límites insospechados, donde se juega con el espectador y somos nosotros los que hacemos nuestras conjeturas sobre hasta dónde han sido capaces de llegar ambos. El final es una lección de vida, de saber escoger los trenes precisos, de que la vida nos atrapa y nos arrolla si no somos lo suficientemente vivos.
En definitiva, DESEANDO AMAR es un peliculón que trasciende la pantalla. Un sinfín de imágenes potentes, sugerentes, tristes y bellas, tanto como los vestidos de Maggie Cheung, impresionantes, o las coloridas corbatas de Tony Leung. Wong Kar-Wai nos regala un film de quien alguien ha dicho ser la película más romántica de la historia. Es diferente, es arte puro, cine en todo su esplendor. Una película que debéis ver obligatoriamente. No os la podéis perder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué os parece?