Crítica: EMMA.

Guapa, inteligente y rica, la joven Emma Woodhouse es una reina sin rival en su pequeño pueblo. Nueva adaptación de la novela de Jane Austen publicada en 1815 sobre la vida de la joven Emma. Anya Taylor-Joy demuestra que es el futuro del cine. Esta semana hemos visto: EMMA.

EMMA. está dirigida por Autumn de Wilde, quien nos encandila con una escena de época en la que Anya Taylor-Joy luce como pocas como la joven Emma, una vanidosa y rica joven que pretende hacer de casamentera y a la que parece no irle del todo bien, sobre todo cuando ha de lidiar con sus propios dilemas románticos. Adaptación bastante fiel de la novela de Jane Austen, y con un elenco de actores y actrices de altura: Gemma Whelan, Letty Thomas, Bill Nighy, Angus Imrie o Johny Flynn, aunque quien brilla más que nadie es la propia Anya Taylor-Joy.

He de decir que el ritmo de la película es algo lento para mi gusto, aunque la recreación de la época es del todo acertada, jugando con unos exteriores iluminados y bellos, y con unos interiores oscuros a la luz de las velas. El vestuario es exquisito, así como la elegancia de sus personajes. Romance satírico donde los dimes y diretes, el qué dirán y el encorsetamiento social costriñen tanto que provoca pavor el solo hecho de pensar que hubo algún tiempo en el que las cosas funcionaban así para algunos. En cualquier caso, lo mejor de EMMA. es su puesta en escena y la interpretación de una Anya Taylor-Joy que parece despuntar en Hollywood con su reciente actuación en Los nuevos mutantes y en la sorprendente Gambito de dama.

En definitiva, EMMA., es una buena película, ideal para pasar un buen rato y recrearnos en la suntuosidad de sus planos, mesas, vestidos e interpretaciones. Fiel adaptación de la novela de Jane Austen donde Anya Taylor-Joy nos ofrece una versión elegante de la protagonista, aunque quizás le sobre metraje. Amantes de las historias románticas de época, esta es vuestra película. No os la perdáis.