La idea original de Guillermo del Toro, recientemente oscarizado, fue todo un taquillazo. Esta vez se aparta de las cámaras para guiar la secuela de una saga, que ocurre tras los acontecimientos sucedidos en la primera, diez años después, que está llamada a dar buenas alegrías a los fans de los robots, mechas y palomiteros en general. Esta semana hemos visto: PACIFIC RIM: RESURRECCIÓN.
Pacific Rim: Uprising está dirigida por Steven S. DeKnight y sucede diez años después de cerrar la brecha por la que unos alienígenas, empecinados en hacer la tierra suya, vomitaban Kaijus, unos entes enormes que destruían ciudades que si de papel se tratara. Para enfrentarse a ellos, los humanos crearon los Jaegers, unas máquinas controladas por dos personas unidas cerebralmente. Se enfrentaron a ellos y vencieron, cerraron la brecha, pero diez años después el problema parece no haberse resuelto. La original Pacific Rim de Guillermo del Toro, a mi entender, se ve superada ligeramente por esta nueva entrega.
John Boyega es Pentecost, el hijo del personaje de Idris Elba en la primera. Será quien deba lidiar con la nueva amenaza y las tecnologías, lideradas por la empresa de una mujer (Tian Jing) que, al parecer, acabaran con los Jaegers como protectores de la amenaza Kaiju. A su lado Scott Eastwood, su antiguo compañero con el que combatirá, y la joven experta en montar Jaegers, interpretada por Cailee Spaeny. Esta segunda película supera a su predecesora porque es más rápida, menos densa. No necesita explicarse y, sobre todo, baja revoluciones a los personajes más frikis, que a veces cortaban el ritmo con humor. Aquí también hay espacio para eso, pero quizás está mejor encajado.
PACIFIC RIM: INSURRECCIÓN, hablando claro, supera ampliamente a cualquier entrega de las infumables Transformers, dejando claro que a veces no hace falta que salgan mil robots en pantalla solo para vender sus figuras, sino que con cuatro y bien fundamentados es suficiente. Como cualquier película palomitera, se centra en una norma básica: no aburrir y entretener, y sobrepasa los límites. Es divertida, tiene mucha más acción que la primera y, aunque el guion tiene sus brechas, no es una película pretenciosa.
En definitiva, PACIFIC RIM: INSURRECCIÓN es una buena película, con unos efectos especiales impresionantes, unos combates grandiosos, con ciudades destruidas y una gran cantidad de localizaciones. Duele ver cómo todas ellas quedan destruidas por esos monstruos enormes y que nada rechina ni queda fuera de lugar. Tenemos secuela para rato, y mientras siga yendo por aquí habrá más Kaijus y Jaegers a la vista. No os la perdáis.




No hemos visto nada de la saga, aunque después de leerte, quizá va siendo hora de ponerla en lista.
ResponderEliminarUna grata sorpresa. El día antes de verla vi la primera entrega y me gustó. Desde luego, bastante mejores que Transformers. Echadle un vistazo :)
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