Definitivamente,
esto de los remakes se nos va de las manos. Basada en la novela de
Carlo Collodi, que se separa de la historia que vimos en Disney, nos
encontramos ante un Roberto Benigni sin sus excesos y con un diseño de
producción impresionante, pero no logra funcionar. Esta semana hemos visto:
PINOCHO.
Pinocchio está dirigida por Matteo Garrone y lo más interesante de esta versión que produjo Disney en animación es precisamente que cuenta lo que escribió Carlo Collodi. Es decir, aquí no hay azúcar Disney, y aunque el relato es algo más oscuro, no llega a sorprendernos en absoluto. De hecho, es largamente anodino pese a los esfuerzos en diseño de producción se ha llevado a cabo. Esto significa, de nuevo, que estamos ante otro de los clásicos de la infancia de mucha gente que vuelve a carecer de alma y, por lo tanto, es absolutamente innecesario. Ahora bien, si se quiere disfrutar de la versión original de la novela, esta película nos enseña por dónde iban los tiros, aunque la novela es todavía más dura.
Porque Gepetto (Roberto Benigni) quiere un hijo, y ese hijo al final es un tronco de madera al que convierte en marioneta. La marioneta se llama Pinocho (Federico Ielapi), y el niño ha salido un poco rebelde. Como tal, su padre invierte en él el poco dinero que tiene, incluso su ropa, y Pinocho se salta las clases, lo raptan y acaba en cualquier lugar menos con su padre. El problema es que todo eso se lleva a cabo con lentitud y poco peso emotivo. No trasciende más allá de unas imágenes oscuras y tristes, con una caracterización antropomórfica (caracterizar los humanos como animales) que no acaba de convencer. Y, lo peor de todo, Pinocho. No es un personaje que despierte la simpatía de nadie en ningún momento, no tiene carisma alguno y es totalmente plano. En la novela original es mucho más mentiroso y violento, podrían haberle dado una vuelta de tuerca a ese personaje, pero al final han acabado azucarándolo todo.
En
definitiva, PINOCHO es una película que no se sabe bien a qué público está dirigida. Los niños verán seres humanos convertidos en animales, algunos con mayor o menor suerte, y quizás incluso sientan miedo en algunos pasajes. Hablando de ellos, hay algunos que son absolutamente prescindibles y que alargan el metraje innecesariamente. Para los mayores no tendrá misterio, ni sorpresa, pero lo que es seguro es que ambos se aburrirán mientras observan las aventuras de un mentiroso Pinocho que se ha dejado su alma en la novela. Echadle un vistazo, pero no os perdéis nada.



Buena crítica.
ResponderEliminarSaludos
Esta es una de las películas que más queríamos ver en el cine, al final, supongo que se nos pasará :(. No se, aunque ya sabíamos que una adaptación de la original, no de la cosa que hizo Disney, no deja de interesarnos, sobre todo y quizá por Begnini
ResponderEliminarBenigni contenido, y Pinocho falto de carisma. Ahora, el diseño de arte muy potente y vistoso, pero le falta pegada.
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